Una de las grandes potencias del lenguaje de programación Java es la total portabilidad de sus programas gracias a su afamada "máquina virtual". Esto adquiere una importancia aún mayor en Internet donde existen tipos de computadoras muy dispares.
Las siguientes bibliotecas de la API de Java contienen una serie de clases que son interesantes de cara a la creación de aplicaciones que trabajen en red. Las más importantes son:
Conviene destacar la existencia de otras bibliotecas más complejas, orientadas también a la programación en red, que aunque no serán estudiadas en este tutorial, sí conviene tener presente su existencia:
Una de las características de Java que lo hacen especialmente interesante para Internet es que sus programas objeto (códigos de byte) son verificables para poder detectar posibles virus en sus contenidos. Estos programas Códigos de byte no necesitan ser recompilados, y una vez verificados (pues Java trabaja con nombres no con direcciones), se transforman en direcciones físicas de la máquina destino.
Imagen 9: Ejecución de un código de byte
Esta forma de trabajar cuida la seguridad sin un grave perjuicio de la eficiencia. Un programa en Java es sólo unas 20 veces más lento que uno programado en C, cifra aceptable para la mayoría de las tareas, y suponiendo que no se utilice un compilador JIT.
B. El paquete java.netJava ofrece un conjunto de clases que permiten utilizar los URLs (Uniform Resource Locators). Un URL es una dirección electrónica que permite encontrar una información en Internet especificando:
Java es seguramente el lenguaje con más futuro en cuanto a la programación para Internet.
De hecho, podría evolucionar hasta el punto de que el navegador no interprete las applets de Java, sino que él sea un conjunto de applets que se descarguen de Internet según se vayan necesitando. Así es que en todo momento podríamos estar ejecutando la última versión del navegador.
Incluso siendo un poco más futuristas, podríamos plantearnos conectarnos a servidores que nos cobraran por el uso de sus programas (hojas de cálculo, procesadores de texto...) en función del tiempo de uso, trabajando siempre con la última versión del mismo, en lugar de invertir nuestro dinero en actualizaciones.